Qué Dice la Biblia Sobre Nuestro Problema de Inmigración Ilegal
Descargar Estudio BíblicoCon las matanzas terroristas en todo el mundo, y la mayor amenaza de incursión terrorista en América debido a una ingenua o equivocada comprensión de lo que la Biblia verdaderamente dice acerca de la inmigración, estoy volviendo a publicar Qué Dice la Biblia Sobre Nuestro Problema de Inmigración Ilegal esta semana para poder brindarle una mejor comprensión y una teología sólida y sistemática en relación a este tema.
Oro porque Dios use Su Palabra para ayudarle a consolidar su pensamiento sobre este problema. La situación es cada vez más crítica, por lo que espero, y oro, pueda ayudarle en este sentido.
Que Dios guíe sus acciones a medida que estudia lo que Él dice acerca de las naciones y la inmigración.
I. INTRODUCCIÓN
Un boletín informativo que el ex representante de los Estados Unidos Randy Forbes envió una vez sobre este tema sirve como introducción adecuada a este estudio:
“Según informes periodísticos de amplia difusión, 60.000 jóvenes cruzarán la frontera sur de nuestra nación este año, multiplicándose por diez desde 2011. Según Reuters, es probable que el número de inmigrantes ilegales menores de 18 años que entran en nuestro país se duplique en 2015 hasta alcanzar casi 130.000, lo que costará 2.000 millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses. Hasta ahora, los jóvenes no acompañados han sido alojados en albergues de Arizona y en bases militares de Texas, California y Oklahoma.
Este mes, el Departamento de Justicia ha anunciado un nuevo programa para inscribir a unos 100 abogados y asistentes jurídicos para que presten servicios jurídicos, con cargo a los contribuyentes, a los jóvenes que cruzan nuestra frontera sin estar acompañados por sus padres.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional anunció la renovación de la política de la Administración de conceder alivio de la deportación a los jóvenes traídos a Estados Unidos ilegalmente por sus padres, si cumplen ciertos criterios. Según el Departamento, hasta el mes de abril, más de 560.000 personas han recibido ya esa ayuda”.
Lo anterior sirve para ilustrar una forma de pensar bíblicamente equivocado. Lo que la Biblia tiene que decir al respecto debe dirigir al Servidor Público hacia diferentes conclusiones y acciones, especialmente a la luz de los ataques terroristas.
Antes de comenzar el viaje a las Escrituras, es necesario mencionar que, cuando se trata de presentar Estudios Bíblicos relativos a asuntos políticos, es responsabilidad del expositor de la Biblia, descubrir la voz análoga y repetitida de la Palabra de Dios sobre un asunto (o si no se habla específicamente de ello en las Escrituras, descubrir y aplicar principios bíblicos relacionados y adecuados). Por el contrario, no es el trabajo del expositor ofrecer necesariamente posturas políticas o soluciones detalladas. Ése es su trabajo, como Legislador Cristiano, y debo agregar que es un trabajo difícil. Un expositor de la Biblia en el Capitolio debe ser apolítico. Y, para que usted pueda llevar a cabo su trabajo eficazmente y de una forma que agrade a Dios, debe primero tener información bíblica precisa. Sin esta guía apolítica, es mucho más difícil aterrizar en políticas tanto agradables a Dios, como beneficiosas para el progreso de una nación.
ES DIFÍCIL LLEGAR AL DESTINO CORRECTO SIN LAS INDICACIONES APROPIADAS
El libro de Jueces ilustra y sirve para destacar el razonamiento deficiente y sin principios, en contraste con la obediencia a Dios, cuando dice dos veces, cada uno hacía lo que le parecía bien (17:6; 21:25). Ésta debería ser nuestra preocupación con respecto a la política de inmigración porque una política bíblicamente desinformada inevitablemente se convierte en una mala política.
El mejor ejemplo de esto es la ley del Divorcio Sin Culpa que Ronald Reagan aprobó siendo Gobernador de California en 1969. Posteriormente, él mismo declararía que esto fue su “mayor remordimiento.”1 Esta política repercutió, teniendo un efecto perjudicial en el matrimonio y en nuestro país, ya que estaba basado en conveniencia pragmática y no en exposición bíblica. De manera más específica, la ley del Divorcio Sin Culpa quebranta la enseñanza bíblica de Génesis, relativa a la intención de Dios de construir su institución ordenada: unir (dabaq) significa “estar unidos” y como resultado serán en una sola (echad) carne (Génesis 2:24). Echad conlleva la idea de “unidad pluralista”. Todo eso para decir, el Divorcio Sin Culpa sirve para ilustrar una política pragmática desprovista de la guía de Dios. Entonces se puede decir con precisión que:
LOS SERVIDORES PÚBLICOS ESTÁN, MUCHAS VECES, A FAVOR DE LOS OGM CUANDO SE TRATA DEL MATRIMONIO Y OTRAS DECISIONES POLÍTICAS
(OGM es una abreviación utilizada en la agricultura para los Organismos Genéticamente Modificados, y es de gran preocupación debido a las alteraciones que el hombre ha hecho en el ADN que Dios ha diseñado.) Todo esto para decir que, la Reforma de Inmigración ¡no debe ser manejada por conveniencia ni comodidad! ¡Que “todos sean ágiles para hacer lo que es correcto frente a los ojos de Dios!” Aunque las rápidas soluciones pragmáticas sean tentadoras, carecen de la sabiduría de Dios y, por lo tanto, terminan lastimando al país, en lugar de ayudarlo. Tenga esto en cuenta al sopesar la políticas de reforma migratoria.
(La intención de mi serie ocasionales sobre la Bíblia y Políticas es brindarle principios bíblicos fundamentales para la elaboración de políticas que honren a Dios. Lo que sigue es una comida balanceada y nutritiva, lista para ser consumida, proveniente de la cocina de Dios, sin alteraciones del camarero).
II. EL DISEÑO DE DIOS: NACIONES INDEPENDIENTES
Nuestra comprensión y construcción de una teología sistemática sobre la inmigración, debe empezar (al igual que toda teología) en el libro de Génesis. Después del diluvio en Génesis, capítulos 7 y 8, Dios repite Su mandato (Génesis 9:1 y 7) a la humanidad – la que es dada por primera vez en Génesis 1:28 – “Sean fecundos y multiplíquense y llenen la tierra…” Piensa, entonces, de Génesis 9, como un cambio de imagen.
A. LA TORRE DE BABEL
Lo que pasó aquí es esto: Luego de la caída del hombre (Génesis 3) la creación de Dios empieza a mostrar una creciente y continua propensión a desobedecerle – incluso Sus órdenes más simples. Es esta rebelión abierta, continua y acelerada la que hace necesario el diluvio, el reinicio. Pero la inundación no puso fin a la insubordinación: pronto, después de eso, el desafío de la creación hacia Dios surge nuevamente, de otra forma. En lugar de dispersarse de la región de Ararat después del diluvio (según la orden específica de Dios en Génesis 11:4) y de acuerdo con Sus órdenes previas de llenar la tierra, ¡los descendientes de Noé quisieron hacer todo lo contrario! ¡Querían quedarse en un solo lugar y construir un monumento! Pero este monumento no era para honrar la grandeza de Dios, sino ¡para honrar la grandeza de ellos mismos! Ese monumento se conoce como la Torre de Babel. Note la forma en que Dios reacciona frente a los planes de una nación del hombre caído en Génesis 11:6-8:
Y dijo el SEÑOR: «Son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible. Vamos, bajemos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el lenguaje del otro». Así el SEÑOR los dispersó desde allí sobre la superficie de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
¡Esto no es bueno! Los descendientes de Noé fueron el primer “constructores de imperios”, empeñados en amasar su poder personal. Aquí, entonces, se encuentra la razón bíblica subyacente por la que Dios quiere que exista una diversidad de naciones — esto es fundamental para entender la mente de Dios, ya que esto está relacionado con el estudio de esta semana.
LA NATURALEZA PECAMINOSA DEL HOMBRE HACE NECESARIA LA SEPARACIÓN DEL HOMBRE EN NACIONES INDEPENDIENTES
Ésta es la manera en la que Dios contrarresta la naturaleza caída del hombre. El axioma, “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”2 está resaltado por la dispersión del hombre en Génesis 11. De hecho, es este mismo principio de la Escritura el que informó a nuestros Padres Fundadores lo relativo a la separación de poderes dentro de nuestro Gobierno único. La Torre de Babel ilustra la misma idea: que uno de los resultados de la naturaleza caída del hombre es su tendencia a acumular y a usar mal el poder. Babel ilustra la búsqueda de una forma de existencia y gobierno de una nación en el mundo, en la que el hombre adora su propia grandeza en lugar de la de Dios. Babel sirve para ilustrar la abierta rebeldía del hombre hacia Dios. Su equivalente moderno es la filosofía del Humanismo.
B. LA VENIDA DEL ANTICRISTO
Otra evidencia de la oposición de Dios a un mundo de una sola nación es el futuro establecimiento de tal mundo por el Anticristo venidero. Note Apocalipsis 13:7 en este sentido:
Se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos. Y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
En este punto del tiempo, Dios le dará a Satanás y a su peón, el Anticristo, el control temporal sobre el gobierno civil, mientras que el Anticristo gobernará sobre un mundo de una sola nación.3 Así, tanto Génesis 11, como Apocalipsis 13 sirven, de forma diferente, para resaltar esta verdad bíblica y el principio rudimentario en la formación de una teología sobre la inmigración:
DIOS DESEA QUE EL MUNDO SEA COHABITADO POR NUMEROSAS NACIONES INDEPENDIENTES
Esta premisa fundamental es donde nuestro estudio de inmigración debe comenzar ya que de ella se desprenden muchas cosas: Por ejemplo, algunas personas piensan que Dios está a favor, hoy en día, de un mundo libre de fronteras. ¡Eso no es lo que Él quiere! Lo que se debe entender de Génesis 11, es que las naciones, por diseño de Dios deben tener diferentes idiomas, culturas y fronteras. Por necesidad y como remedio a la caída y a la presencia del pecado hambrienta de poder, es fácil entender por qué éste es el diseño de Dios para hoy. A través de este diseño, Dios podrá recibir la gloria de Su creación más que la que tuvieron los imperios altivos a través de la historia — Babilonia, Persia, Grecia y Roma, el sueño de Hitler, o el del Anticristo venidero — en que la humidad cae en la adoración de sí misma y utiliza su incontrolada acumulación de poder para abusar de otros a quienes Dios ha creado a Su imagen y semejanza. Sin embargo, el testimonio de la historia es éste: el principio de diversificación de las naciones ha sido violentado por muchos de los que aspiran a conquistar el mundo. En consecuencia, y de manera muy importante, Así el SEÑOR los dispersó es un pasaje que uno debe considerar como fundamental en el debate sobre la inmigración. En resumen, ésta es la razón y la base de las naciones múltiples e independientes, cuya existencia es tan fundamental para una adecuada visión y comprensión cristiana del mundo. 4
III. EL DISEÑO DE DIOS: LÍMITES Y FRONTERAS
De ello se deduce que, si el diseño de Dios es para las naciones independientes, entonces debe haber fronteras y límites nacionales para esas naciones independientes. Y se deduce que, debe haber un fortalecimiento de esas fronteras y límites, por parte de los gobiernos, con el fin de mantener la independencia de una nación. Todo esto surge, lógicamente, de Así el SEÑOR los dispersó.
Ahora agreguemos Romanos 13:1 del Nuevo Testamento a nuestra construcción teológica. Este pasaje expresamente establece y refuerza la proposición: Dios es el autor de las naciones independientes:
Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan. Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.
Fíjese en la última parte de este pasaje: las que existen, por Dios son constituidas. La Escritura enseña que no sólo las personas que el SEÑOR dispersó, sino que, además, específicamente, Él estableció gobiernos y naciones. Estos son principios claves fundamentales y esenciales relativos a la inmigración. Adicionalmente, note que todo esto es parte de lo que los teólogos denominan el reino intermedio de Cristo, es decir, cómo Dios en su soberanía manifiesta Su reino durante Su ausencia física, previo a Su segunda venida, en la que Él personalmente reinará como Rey de Reyes y Señor de Señores.
Que la voluntad de Dios es que existan naciones independientes con límites y fronteras nacionales, se evidencia aún más por las palabras descriptivas de Dios, relativas a la clasificación de las personas en la nación de Israel en el Antiguo Testamento:
IV. EL DISEÑO DE DIOS; COMPATRIOTAS Y VISITTANTES
En numerosos pasajes del Antiguo Testamento, el estudiante de la Escritura aprende que el Dios de Israel distinguió tres tipos de persona en la tierra; estos se resumen en el siguiente cuadro.
Los anteriores son importantes apelativos bíblicos de distinción que Dios hace con relación a las personas de un país determinado. Un ciudadano israelita es llamado compatriota (ach) en las Escrituras, mientras que a un inmigrante legal se le llama visitante (ger) o (toshab), y a un extranjero se le llama ilegal (nokri) o (zar). Es importante para este estudio, y evidente en el Antiguo Testamento, que un ilegal no poseía los mismos privilegios y beneficios que un visitante o compatriota. Este dato se puede observar en varios pasajes. Note, por ejemplo, las palabras de Rut la Moabita, y su respuesta para Booz el Israelita en Rut 2:10
Ella bajó su rostro, se postró en tierra y le dijo: «¿Por qué he hallado gracia ante sus ojos para que se fije en mí, siendo yo extranjera?».
No solamente Rut era una extranjera (nokri), una inmigrante ilegal, sino que era una Moabita ilegal, quien, de acuerdo con Deuteronomio 23:3 tenía prohibido migrar a Israel, ¡del todo! Para el ciudadano Booz el hospedar a Rut fue extremadamente generoso y cortés, y posiblemente hasta en contra de la ley del lugar. (Tal vez Booz ya tenía en mente legitimar su estatus por medio del matrimonio.) El punto es que la declaración de Rut sirve para resaltar la clasificación de la gente en y por la gente del Antiguo Israel.
Además, un ciudadano/compatriota tenía expresamente prohibido aprovecharse o maltratar a un inmigrante legal, conocido como un visitante, de conformidad con Éxodo 22:21 y Deuteronomio 10:19, respectivamente:
“No maltrates ni oprimas a los inmigrantes porque ustedes también fueron inmigrantes en Egipto.” (PDT)
Entonces tú también debes amar al inmigrante, porque fuiste inmigrante en la tierra de Egipto. (PDT)
Al formar una teología de inmigración, un forastero podría ser comparado con un inmigrante legal y un extranjeropodría ser comparado con un inmigrante ilegal, hoy en día. Note lo que dice Hoffmeier, un experto bíblico en el tema:5
Un forastero (a veces traducido como inmigrante legal) era una persona que entraba a Israel y seguía los procedimientos legales para obtener un prestigio reconocido como extranjero residente.
Hoffmeier continúa diciendo que, por otro lado, Israel trataba a los inmigrantes ilegales de forma diferente:
Los inmigrantes ilegales no deberían esperar los mismos privilegios del Estado, cuyas leyes ellos ignoran en virtud de su condición de indocumentados.
Estas categorías estándar de la posición de una persona en una nación determinada, y la diferenciación entre ciudadanos, inmigrantes y extranjeros son representativas de la voluntad de Dios. De hecho, estas categorías han sido las distinciones en la mente de Dios, desde que Él dispersó al pueblo en diferentes naciones en Génesis 11. Es más, la clasificación de las personas hoy en día, en casi todas las naciones, está basada en el ejemplo de Israel del Antiguo Testamento. En resumen:
EL DIOS DE LAS NACIONES INDEPENDIENTES HACE UNA DIFERENCIACIÓN ENTRE LAS PERSONAS DE UNA NACIÓN
Por lo tanto, los líderes gubernamentales de hoy, en cada nación — para ser bíblicamente precisos — deben invocar y mantener incondicionalmente las distinciones legales de estatus entre sus residentes: Ciudadanos, Inmigrantes y Extranjeros. Para mantener la perspectiva bíblica, estas distinciones nunca deberían ser eliminadas. Ninguna política de inmigración reformada debería intentar erradicar estas distinciones; hacer esto sería posicionarse a uno mismo como más experto y perspicaz que Dios.
V. EL DISEÑO DE DIOS: ENTENDIENDO LA IMPARCIALIDAD Y SU IMAGEN
¿Por qué he dedicado tanto tiempo a asuntos que parecen tan básicos? Por más obvios que parezcan los puntos antes mencionados, hay quienes creen que, porque Dios nos llama a ser imparciales, y porque Dios creó a la humanidad a Su imagen (Lat. Imago Dei), los creyentes deberían ser los líderes defensores de un mundo sin fronteras — ¡uno sin clasificaciones ni categorizaciones de personas dentro de una nación determinada! Tal perspectiva, sin embargo, malinterpreta lo que la imparcialidad bíblica e Imago Dei significan y no significan. Por ejemplo, Levítico 19:15 define y contextualiza correctamente el concepto de imparcialidad bíblica:
“No harás injusticia en el juicio. No favorecerás al pobre ni tratarás con deferencia al poderoso. Juzgarás a tu prójimo con justicia.
Al hablar de imparcialidad, Dios no restriega las distinciones, antes mencionadas, de los distintos pueblos en Israel; en ninguna parte de las Escrituras la imparcialidad niega los anteriores preceptos si el estatus de una persona es legal en una nación determinada. Este pasaje señala el hecho que tratar a un inmigrante ilegal que posee riquezas, de manera diferente a uno que no tiene nada, es lo parcial. Decir que Dios creó a todos a Su imagen no niega los conceptos bíblicos del estatus legal en una nación, en este caso: Para aclarar este punto, un ladrón de bancos, un asesino y un inmigrante ilegal fueron todos creados a la imagen de Dios, ¡pero este hecho no los sitúa por encima de las leyes del lugar! Muy frecuentemente, se hacen intentos para tergiversar la imparcialidad o Imago Dei en la discusión sobre políticas migratorias. Tales intentos, sin embargo, sirven para revelar la ignorancia de quien propone o delibera, o para tergiversar deliberadamente las Escrituras.
VI. EL DISEÑO DE DIOS: PROTEGIENDO LA CIUDADANÍA
Es sumamente importante que los Servidores Públicos entiendan y apliquen los mencionados conceptos bíblicos relativos a la formación de leyes de inmigración, porque Romanos 13:1-7 y 1 Pedro 2:13-14 indican que, en la mente de Dios, en Su economía para crear naciones y gobiernos, Él pretende que los líderes de una nación protejan a los ciudadanos de ésta. Note lo siguiente con este respecto en Romanos 13:4:
… pues para ti [Gobierno] un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme. Porque no en vano lleva la espada, pues es ministro de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo.
En este pasaje, Pablo, un ciudadano del imperio Romano, se está dirigiendo a creyentes que son ciudadanos del Imperio Romano viviendo en la ciudad capital de Roma. Aquí, no solamente establece la necesidad de que los ciudadanos se apeguen a las leyes, sino que da a entender el motivo que tienen los legisladores (ministros [diakonia], que significa “servidores”) legislar: velar por el bienestar de sus ciudadanos; es decir, que tales leyes están dirigidas para tu bien (NVI).
No es exagerado razonar a partir de este pasaje que las leyes de inmigración, al igual que todas las leyes de una nación, deberían nacer del deseo de proteger a la nación y a su ciudadanía.6 Esa protección debería disuadir de una innumerable cantidad de intrusiones por parte de los ilegales: armas de destrucción, enfermedades, robo de propiedad y de puestos de trabajo, importación de drogas ilegales, y otros similares, que podrían resultar de los ilegales que nunca han hecho su juramento a la nación y a sus leyes, sino que han violentado las mismas entrando al país ilegalmente.
Si entendemos que Dios quiere que los ciudadanos obedezcan a sus autoridades gubernamentales, y que esas autoridades hayan considerado las políticas negativas y positivas, (nuevamente, asumiendo que sus leyes estén basadas en la Escritura) se desprende que:
LAS LEYES DE INMIGRACIÓN DE CADA NACIÓN DEBEN BASARSE EN LA BIBLIA Y SER ESTRICTAMENTE APLICADAS – ¡TODO ESTO CON LA MÁS PLENA CONFIANZA Y SEGURIDAD QUE DIOS APRUEBA TALES ACCIONES DE LOS LÍDERES DE LA NACIÓN!
Al igual que un padre que incorrectamente se siente culpable por castigar a su hijo rebelde porque su conciencia no está lo suficientemente fundamentada en las Escrituras, así también la conciencia del legislador debe basarse en la palabra de Dios, en este tema. Y la palabra de Dios dice que ¡Él desaprueba a los inmigrantes ilegales — de la misma manera que Él desaprueba a los niños que gobiernan la casa!
VII. EL DISEÑO DE DIOS: RESTRICCIONISTA, NO RACISTA
Es necesario subrayar específicamente que, quien aboga por la restricción de inmigración no necesariamente es racista. Las políticas para prevenir la inmigración ilegal deben surgir de motivos bíblicos para asegurar el bienestar general de la nación, en lugar de negar a un posible inmigrante la posibilidad de una mejor forma de vida. ¡Excluir procesalmente a extranjeros que puedan ser criminales, traidores o terroristas, o que posean enfermedades transmisibles, no es racista en lo más mínimo! ¡Una buena administración es proteger a los ciudadanos de una nación que han prestado su inequívoco juramento de lealtad a esa nación y a sus conciudadanos! Aferrarse a una teología bíblica de inmigración no implica, de forma alguna, ¡que uno es necesariamente racista!
VIII. EL DISEÑO DE DIOS: FRONTERAS EQUIVALEN A COMPASIÓN
Otro error común en los debates actuales sobre la inmigración es la acusación de que los que son duros con la inmigración no tienen compasión. ¡La verdad es justamente lo opuesto! Esto puede ser ilustrado en un sinnúmero de formas: una de ellas es el argumento económico:
EN UN MUNDO DE RECURSOS Y PBI LIMITADOS, QUE UNA NACIÓN NO REFUERCE LAS FRONTERAS O LAS DEFENSAS FRENTE A LAS INCURSIONES EXTRANJERAS ES, EN DEFINITIVA, UNA FALTA DE COMPASIÓN
Tales indulgencias, como lo demuestran las actuales políticas de inmigración estadounidenses y los hechos citados en la introducción de este estudio, eventualmente llevan al gobierno a la bancarrota. Esto sucede cuando los no-ciudadanos son los receptores de interminables subvenciones de ayuda social, beneficios de salud, seguros de trabajo, becas escolares, etc. — ¡todo lo que se ha dado a aquellos que nunca han prestado juramento a la bandera de la que se han servido! Una nación con políticas de inmigración excesivamente indulgentes siempre terminará siendo insolvente. Es muy difícil demostrar compasión cuando uno mismo está en bancarrota.
IX. DISEÑO DE DIOS: PRINCIPIOS ADICIONALES
El criterio de las Escrituras sobre inmigración es obvio, consistente y es fácil de entender.
LA PREGUNTA A CÓMO UNA NACIÓN QUE SE HA DESVIADO TAN SALVAJEMENTE DEL ESTÁNDAR DE DIOS Y REGRESA A LA NORMA DE DIOS ES COMPLEJA Y DIFÍCIL
A partir de los preceptos bíblicos examinados hay, por lo menos, seis principios bíblicos en el Nuevo Testamento que añaden ideas adicionales con respecto a este tema:
A. LOS GOBIERNOS DEBEN PROTEGER A SU PUEBLO
Como se desprende de Romanos 13: 4, Pablo declara bajo la inspiración del Espíritu Santo, no en vano [el gobierno] lleva la espada. Los gobiernos deben buscar el bienestar de su pueblo castigando a los que hacen mal (1 Pedro 2:13-14). Las personas ilegales son una amenaza para el bienestar de los que son ciudadanos. Es por un inherente deseo imbuído por su Diseñador, que los gobiernos quieren proteger a sus ciudadanos como una madre a su hijo — y si no lo hacen, deberían hacerlo. En cuanto a la inmigración, para que un gobierno pueda agradar a Dios y recibir su bendición, no tiene más opción que proteger su ciudadanía de la inmigración ilegal según Romanos 13:4 y 1 Pedro 2:13-14. Éste debe siempre proteger sus fronteras y castigar a aquellos que las traspasan ilegalmente. Cualquier respuesta gubernamental que sea inferior a esto viola la intención claramente revelada por Dios e invita al caos (tal como lo estamos viendo ahora en nuestras fronteras sureñas en los Estados Unidos).
B. DILIGENCIA PERSONAL, NO EL GOBIERNO, ES EL MEDIO DE DIOS DE PROVISIÓN PARA LOS INDIVIDUOS
Parte de la maldición de la caída del hombre en Génesis 3:17-19 fue la necesidad económica por la que el hombre, ahora, debe trabajar para obtener las provisiones necesarias. Pablo reafirma esta misma idea cuando le recuerda a los Tesalonicenses que Jesús no vino a abolir la necesidad de la industria personal:
Porque incluso cuando estábamos con ustedes, les ordenamos: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10).
La Institución del Gobierno no es el medio que Dios tenía destinado para proveer a la gente; por el contrario, el rol del Gobierno se limita a castigar a los malhechores y alabar a los que hacen bien (1 Pedro 2:13-14).
DIOS PRETENDE QUE LA GENTE APOYE A SU GOBIERNO, NO QUE SU GOBIERNO LOS SUSTENTE A ELLOS
Es fundamental para la reforma de la inmigración la necesidad de eliminar el imán de los atractivos derechos gubernamentales que sirven para atraer la entrada ilegal. Tales formas de provisión no son agradables a Dios y sólo sirven para destruir el honor personal, el carácter y la productividad de quien las recibe. Los programas gubernamentales de ayuda social no son bíblicos para nadie, y mucho menos para inmigrantes ilegales. En ninguna parte de la Escritura ha establecido Dios que ha creado la institución del Gobierno Civil para suplir las necesidades de la gente. (En otros estudios bíblicos explico con mucho más detalle que Dios ordenó que las instituciones del matrimonio, familia e iglesia suplan las necesidades de los desamparados, entre otros propósitos — ¡pero no la institución del Gobierno Civil!) Dicho nuevamente para enfatizar, Dios pretende que las personas suplan primero sus propias necesidades; pero, si por alguna legítima razón, esto fuera imposible, sus necesidades deberán ser suplidas por otros miembros de su familia, o bien por la iglesia, pero no por el Estado. En la mente de Dios, las verdaderas necesidades del individuo pueden ser suplidas de manera mucho más efectiva y eficiente por aquellos que están cerca de él o ella, que por la institución impersonal del Estado.
C. LOS GOBIERNOS DEBEN PROMOVER SUS PAÍSES
Similar al punto anterior, y también basado en Romanos 13:4 está la responsabilidad inherente de un gobierno con respecto al avance de su país, lo que significa que sus líderes querrán promulgar políticas de inmigración que sólo permitan el ingreso al país de personas que promuevan el progreso, y no que le resten. Esto también significa que las escuelas deben priorizar la inscripción de sus ciudadanos sobre los inmigrantes y excluir a los inmigrantes ilegales.
D. LOS GOBIERNOS TIENEN DERECHO A RECAUDAR IMPUESTOS
Dado que cada país compite con otros en el mercado mundial, cuanto menos impuesto tenga, más competitiva será la nación. Habiendo dicho esto, Dios concede a cada gobierno el derecho de recaudar toda clase de impuestos de cada ciudadano. Note Romanos 13:6-7:
Pues por esto también ustedes pagan impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto. Paguen a todos lo que deban; al que impuesto, impuesto…
Es especialmente interesante en este tema, la palabra griega para impuesto (phoros) específicamente relacionado a los impuestos que una persona debería pagar a aquellos que conquistaron su nación. El doble énfasis es éste: Aun cuando uno se encuentra en subyugación de un líder extranjero, (mismo que es el caso de un inmigrante ilegal) él está, no obstante, obligado a pagar impuestos. Más allá de esto, la palabra para pagar (apodidomi) tiene la connotación de “pagar algo que se debe.”
Si se otorgan concesiones para permitir que los ilegales obtengan el estatus de ciudadano por un período de años, mientras permanecen en el país, como parte de una reforma migratoria integral, entonces esta visión bíblica necesita ser considerada en un plan de trabajo que glorifique a Dios. Los inmigrantes ilegales deberían pagar, como mínimo, la parte que les corresponde de los impuestos (si no más, como penalidad por las acciones ilegales pasadas).
E. GOBIERNOS DEBEN CASTIGAR A LOS MALHECHORES
Nuevamente, en Romanos 13:4, Dios destinó a los gobiernos para que lleven la espada relativo a impartir justicia. Ellos deben ser vengadores que castigan al que practica lo malo. Esto significa que el gobierno está autorizado, obligado y es responsable de castigar a aquellos que rompen la ley. Debe haber una exigencia de penas justas por crímenes cometidos, incluyendo la inmigración ilegal, para que un gobierno pueda ser justo con y para todos sus ciudadanos. Es necesario imponer multas apropiadas y justas, tanto si los entrantes ilegales decidan quedarse y trabajar para conseguir la ciudadanía, como si decidan marcharse. El atributo de Dios de honradez y justicia significa que siempre debe haber un pago para equilibrar una ofensa (contrario a simplemente dejar que un ilegal regrese a su país sin penalidad alguna). Este principio sugiere que la reforma de la inmigración debe exigir un costo por aquellos que han entrado a América ilegalmente. A la luz de este principio,
LA AMNISTÍA MIGRATORIA CREA UNA INJUSTICIA PARA AQUELLOS QUIENES HAN TRABAJADO A TRAVÉS DEL PROCESO LEGAL PARA CONVERTIRSE EN CIUDADANOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
F. GOBIERNOS NO PUEDEN MOSTRAR PARCIALIDAD Y SER JUSTOS
Si pensamos en ello, mientras que Dios, los individuos, las familias, las iglesias y las corporaciones puedan manifestar gracia y misericordia, la institución del Gobierno debe ser justa. Cuando el Gobierno favorece a un grupo sobre otro, manifiesta una injusticia corporativa. Por lo tanto, es fundamental para la reforma de inmigración la necesidad de exigir que los entrantes ilegales cumplan los mismos requerimientos que otros que han obtenido legalmente la ciudadanía.
X. APLICACIONES DE LA TEOLOGÍA
De estos principios bíblicos expuestos se desprenden al menos seis aplicaciones relativas a la inmigración. Esta deben manifestarse en la reforma integral de la inmigración para crear leyes que estén alineadas con Dios y le sean agradables. Son:
A: A los extranjeros no debe permitírseles las entradas no reguladas a un país. Las fronteras y los océanos deben ser impenetrables para desalentar la entrada de ilegales.
B: Los extranjeros no deberían beneficiarse de ninguna ayuda social gubernamental. (Los gobiernos no deberían estar involucrados en esos asuntos, en primer lugar.) Tampoco debería permitírseles tener licencias de ningún tipo, identificación legal ni inscribirse en ninguna institución.
C: Los extranjeros que puedan ayudar al progreso (no restar) debería permitírseles la consideración de ser visitantes/inmigrantes. Se entiende, entonces, que los extranjeros que ya se encuentren en el país buscando la ciudadanía, deben tener patrocinadores ciudadanos que puedan atestiguar su valor pasado, productividad, carácter actual y lealtad.
D: Los extranjeros deberían estar obligados a pagar impuestos similares a los que pagan los ciudadanos, tanto presentes, como pasados.
E: Inmigrantes ilegales, ya sea que estén encaminados hacia la ciudadanía o a la expulsión, deben ser justamente penalizados.
F: No toda la responsabilidad de la inmigración ilegal debería recaer sobre los hombros de cada inmigración ilegal, el Gobierno de los Estados Unidos ha violado continuamente los principios bíblicos asociados a la inmigración. Las repetidas violaciones a largo plazo de la institución misma, específicamente de haber fomentado y prolongado la inmigración ilegal, deben tenerse en cuenta a la hora de resolver el problema.
A riesgo de cruzar la línea apolítica del expositor, la inacción gubernamental junto con el magnetismo de los proyectos de ayuda social ha llevado a un número excesivo de personas que ahora viven aquí, ilegalmente. De ello se desprende que, en la búsqueda de la justicia que honra a Dios, es necesario hacer excepciones gubernamentales para lograr un plan de trabajo exitoso durante un periodo de tiempo determinado; no es que la institución tiene las manos limpias en este asunto. En esta línea de pensamiento, las acciones subsiguientes de reforma migratoria y restitución no deberían ser interpretadas como un escenario injusto para aquellos que han obtenido la ciudadanía legalmente, sino como el arrepentimiento público y manifiesto de nuestro gobierno por haber prolongado, haber tenido conocimiento y quebrantado repetidamente los principios de Dios en relación con lo antes mencionado.
Que Dios les conceda a ustedes, nuestros legisladores, sabiduría para convertir este último punto en una política que agrade a Dios. Oro por ustedes en este sentido.cm
1 Judy Parejko, autora de Stolen Vows: The Illusion of No-Fault Divorce and the Rise of the American Divorce Industry(InstantPublisher, 2ª edición, 2012), afirma que el asambleísta de CA Hayes “se encargó de perseguir tenazmente el proyecto de ley [de divorcio sin culpa] porque se enfrentaba a un divorcio y no le gustaban las normas en ese momento. Hoy en día, sus acciones se llamarían conflicto de intereses”.
2 John Emerich Edward Dalberg Acton, primer barón Acton (1834-1902) está acreditado como autor de esta cita.
3 En un estudio de la doctrina del pecado, específicamente del Pecado Corporativo, se debe notar que Satanás no está actualmente en control del Gobierno Civil (un desatino teológico compartido por muchos evangélicos que por lo tanto razonan que “Todos los gobiernos son malos” y lógicamente justifican su separación de cualquier involucramiento en él en adelante). Aunque Satanás actúa como si controlara el mundo cuando tienta a Cristo en Lucas 4, sabemos en otras partes de la Escritura que no es así (en la tentación de Lucas 4, Satanás está mintiendo a Jesús).
4 Esta es la base bíblica y el razonamiento por el que un país no debe utilizar su poderío militar para conquistar a otros, eclipsando cualquier otra razón pragmática que pueda esgrimirse. Afortunadamente y con razón, ésta no ha sido una tentación histórica de nuestra nación superpotente.
5 Hoffmeier, James K. The Immigration Crisis: Immigrants, Aliens, and the Bible (Crossway Books, Wheaton, 2009) p. 52.